¿Qué boicotea tu dieta? Seis soluciones clave para perder peso de forma eficaz

Martes 31 de Enero del 2017

Uno de tus propósitos para el nuevo año es desprenderte de esos kilos de más. Empiezas la enésima dieta y... no obtienes los resultados esperados. ¿Qué está pasando? ¿Por qué a todo el mundo parece que le funcionan y a ti no? Antes de pensar que eres de otro planeta, ten en cuenta que no estás solo: el 81% de los españoles ha reconocido fracasar en su intento de ponerse a régimen, pese a que el 76% reconoce sentirse cómodo con su actual talla de pantalón. A esta conclusión ha llegado la encuesta de 'XLS Medical', llevada a cabo por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), en la que se han analizado los factores de éxito y fracaso a la hora de intentar adelgazar. Pero aquí no sirve aquello de 'mal de muchos, consuelo de tontos', pues hay soluciones para que los regímenes sean realmente efectivos y puedas protegerte de esos duendes invisibles que boicotean tus intentos por alcanzar el peso ideal.

Ponte en manos de expertos

El mejor proselitismo para cualquier dieta es encontrarse a una amiga o a un amigo con un tipazo de infarto. Cuando le interrogues sobre cómo consiguió dejar atrás esos kilos de más, no tendrá ningún problema en explicarte con todo lujo de detalles el tratamiento que ha llevado a cabo. Puede que haya seguido la dieta de una revista, la de un libro o la que le ha confeccionado un nutricionista. Y tú al día siguiente, copias su dieta, porque está claro que funciona y, sin embargo, a ti no te da los mismos resultados. ¿Qué ha ocurrido? Pues que no todas las dietas funcionan de igual modo para todo el mundo.



Lo mejor es que vayas a un nutricionista, que la prepare conforme a tus necesidades. Para seguir una dieta, esta tiene que adaptarse a ti y no al revés: a tu gasto calórico, al número de comidas que puedes hacer, a si tienes que ir a un restaurante, a los alimentos que más te gustan y los que detestas, a la cantidad de peso que pretendes perder... Un nutricionista tendrá en cuenta todas esas variables y te ofrecerá un plan personalizado que podrás seguir sin dificultades.

Una dieta es... una dieta

Parece obvio, pero no lo es. ¿Estás buscando una dieta o un milagro para todos los problemas de tu vida? ¿Para qué quieres adelgazar? Ese es un factor primordial para no abandonarla, porque en la mayoría de las ocasiones no se trata de perder peso, sino de ganar autoestima. Según la encuesta de la SEEDO, para la que se entrevistó a casi 3.000 personas, las razones que nos llevan a intentar perder peso son: sentirnos más sanos (82,8%), que la ropa nos siente mejor (85,6%), equilibrar el estado emocional (78,8%), encontrar trabajo (65,4%) y mejorar la vida sexual (58%).



Esperar que una dieta arregle nuestra vida le pone a esta una carga que acaba siendo un arma de doble filo. La nueva pauta de alimentación se vive como un esfuerzo para alcanzar una meta que no tiene mucho que ver con la báscula. Y en el momento en el que se sufre un revés en el ámbito en el que se han invertido las esperanzas, ya tenemos una excusa para abandonar la dieta. Si ese chico o chica no te hace caso, ya tienes la excusa perfecta para hincharte a pastelitos: “Para lo que me ha servido privarme de comerlos”, te puedes decir. La dieta, para que funcione, no debería tener una fuerte vinculación emocional.

No, no sabemos tanto como creemos

Vivimos en la era de la sobreinformación y nos da por pensar que sabemos de todo. Antes, el único argumento que necesitábamos para creer en cualquier cosa era 'lo han dicho en la tele' y en la actualidad ha sido sustituido por 'lo he leído en Internet'. Pero no todo lo que aparece en una web está contrastado y debes encontrar fuentes realmente fiables, con nutricionistas y asociaciones médicas de prestigio. Un 65% de los españoles está convencido de que escoge los alimentos más saludables para su dieta. ¿Te encuentras entre ellos? ¿Y si compruebas si tus verdades nutricionales son realmente ciertas?

Eliminar grupo de alimentos

Tenemos un concepto antiguo de las dietas, basado en un sentimiento judeocristiano de culpa: debemos sacrificarnos, pasar hambre, renunciar a alimentos que nos gustan y alcanzaremos el paraíso de la talla S. Pero una buena dieta no tiene que centrarse en la prohibición. Por ejemplo, hace unos años se puso de moda prescindir de los carbohidratos e, incluso, de la fibra y optar por tomar únicamente proteínas. La falta de hidratos de carbono nos ayudan a hacer la digestión y nos dan energía, tanto física como mental. No es buena idea prescindir de ellos. Y es que una dieta no debería consistir en privarse de muchas cosas y después volver a la alimentación que teníamos antes. El éxito de un régimen es instaurar unas pautas alimenticias saludables, que perduren en el tiempo y que no sean vistas como una renuncia, sino como una aportación.

Saltarse una comida

Esto es muy típico. “Voy a dejar de cenar, a ver si me quito esos tres kilos que tanto me molestan”. Y por alguna extraña razón, nunca funciona y habitualmente acabas levantándote con una hambre de oso o dejando de salir por las noches para no ver cómo el resto del mundo disfruta de los montaditos. Renunciar a una ingesta de comida es un craso error por diferentes razones. Una es que el cuerpo, en previsión de que le vamos a hacer pasar hambre, acumula grasa, para tener reservas. Es pura supervivencia que viene de los hombres de las cavernas. Por otro lado, la digestión hace que quememos calorías. Muchos son los dietistas que abogan por hacer cinco comidas, no muy copiosas, para evitar la sensación de hambre, regular los picos de insulina y quemar calorías en el proceso digestivo.

No beber suficiente agua

Siempre se ha creído que beber agua ayudaba a adelgazar, pero hasta ahora no había ninguna evidencia científica. Un reciente estudio realizado en Alemania y publicado en 'American Journal of Clinical Nutrition' demostró que las personas que incrementaron en un litro su ingesta de agua, adelgazaron entre uno y dos kilos. Al estar bien hidratado, el metabolismo se acelera y de esta forma es más fácil quemar calorías. Esta parece ser la explicación por la que beber agua ayuda a perder peso.

Fuente: http://ow.ly/sK66308wAZF